El año es el 79 d.C. Pompeya, sentada a los pies del Vesubio, está en el punto más alto de su desarrollo. La gente viene a la ciudad desde muy lejos para tratar de hacer su suerte en la ciudad. Hasta ahora nadie ha soñado con el peligro que enterrará todos sus sueños bajo montañas de ceniza sólo diez años después. ¿Quién sobrevivirá ileso a la erupción del Vesubio?
Las simples reglas facilitan el inicio del La Noche que Cayó Pompeya, un juego en el que se requiere mucha destreza táctica - junto con un poco de suerte - para sacar sus piezas de la ciudad en el momento adecuado.
El juego se divide en dos partes: antes y después de la erupción del Vesubio. Antes de la erupción, los jugadores juegan a las cartas para colocar sus piezas en los edificios. Después de la primera erupción, también pueden colocar tantas fichas como el número de piezas que ya estén en el edificio en el que colocaron su pieza. Cuando las cartas de Omen son sacadas, el jugador puede tomar cualquier pieza del oponente y lanzarla al volcán en erupción. De esta manera, los jugadores intentan colocar tantas piezas en el tablero como sea posible cerca de las salidas de la ciudad.
Después de la segunda erupción, el juego cambia. Ahora cada jugador coloca una teja de lava, que mata cualquier pieza en esa plaza y puede bloquear las salidas de la ciudad. Luego mueven dos piezas hacia las salidas, moviendo un número de casillas igual a las piezas de la casilla de donde partieron. El jugador que saque más piezas de la ciudad gana.