Vinieron a este planeta y te eligieron a ti. Elevaron a tu pueblo y prometieron una gran prosperidad. Proporcionaron la sabiduría y los recursos para construir vuestras ciudades por las nubes. Os enseñaron los caminos de la cultura, la ciencia y la guerra. Prometieron conocimiento para cualquiera que estuviera dispuesto a aprender. Ven, Arconte, guía a tus ciudadanos hacia la victoria, bajo la atenta mirada de los Constructores, nuestros benefactores de más allá de los cielos.
En Origins: Los Primeros Constructores, eres un arconte que guía a una población de hombres libres, influye en la construcción de edificios y monumentos, escala los tres poderosos templos del zodiaco y participa en una carrera armamentística, todo ello con el fin de dejar la mayor huella en la historia antigua de la humanidad.
Empiezas el juego con una ciudad formada por sólo dos fichas de edificio: la ficha del Ágora y la del Palacio. A medida que el juego se desarrolle, tu ciudad crecerá en tamaño y fuerza a medida que vayas añadiendo nuevas losetas de construcción, cada una de las cuales tiene una habilidad especial que se activa cuando se añade por primera vez a una ciudad y cuando se cierra un distrito. Tu posición en el tablero militar indica las recompensas que recibes cuando atacas y tus posibilidades de convertirte en el primer jugador.
El Origins: Los Primeros Constructores se juega a lo largo de varias rondas, y una ronda sólo termina cuando cada jugador ha pasado. Si una condición de finalización de la partida no se ha activado todavía, el juego continúa con una nueva ronda. En tu turno, realizas una de las siguientes acciones:
El juego termina al final de la ronda cuando se cumple una o más de las siguientes condiciones:
El área del templo está dividida en tres pistas: el templo del mar, el templo del bosque y el templo de la montaña. Sólo se puntúa por los dos templos menos valorados, y una vez sumados todos los puntos, gana quien tenga más PV.