El 16 de mayo de 1703, el Zar Pedro puso la piedra angular del primer edificio en San Petersburgo. Rápidamente, se añadieron edificios gloriosos, siempre en expansión, para que la Nobleza (trayendo puntos de victoria) pueda querer entrar. Pero para lograr esto, se necesitan comerciantes que puedan proveer los rublos necesarios, o la gloria se acabó. La competencia tampoco duerme, y a veces puede robar una carta deseada delante de sus narices.
Saint Petersburg tiene un tablero para contar los puntos de victoria y establecer los cuatro tipos de cartas. Son las cartas en sí las que los jugadores necesitan recoger. En cada ronda -con el número de rondas que depende del número de jugadores y la aleatoriedad de la disponibilidad de las cartas- los jugadores pagan primero a los ARTESANOS que suministran dinero para las compras posteriores; luego a los CONSTRUCTORES para obtener puntos; luego a los ARISTÓCRATOS, que son necesarios para el dinero, los puntos y la puntuación al final del juego; y finalmente, a las cartas únicas de las tres categorías que dan mayores beneficios. Durante las primeras rondas, los jugadores nunca tienen suficiente dinero para comprar todas las cartas que quieren. En las rondas posteriores, tienen mucho dinero, pero las cartas que les gustaría comprar pueden ya haber llegado y haberse ido...