En Shangri-La, la misteriosa y aislada utopía enclavada en lo alto de las montañas, ha comenzado una extraña lucha por el dominio. Antes pacíficos y vecinos, los maestros de los pueblos de la montaña que compiten entre sí entrenan a sus alumnos y los envían a través de los puentes para controlar las aldeas vecinas. Para hacerse con el control de un pueblo, los alumnos deben unirse en incómodas alianzas, independientemente de su origen tribal. Con el tiempo, los estudiantes se convierten en Maestros, entrenan a nuevos estudiantes y se expanden a otras aldeas.
Hay una cosa que cada estudiante debe tener en cuenta mientras viaja de aldea en aldea: los poderes místicos de Shangri-La hacen que los puentes se derrumben misteriosamente, separando las aldeas para siempre. Una cuestión crucial decidirá el ganador: ¿quién controlará más Maestros de Shangri-La?
En The Bridges of Shangri-La, los jugadores asumen el papel de líderes de una tribu específica. Se libra una batalla por las aldeas vacías de la tierra y los jugadores deben llenar rápidamente esas aldeas con sus líderes tribales. A medida que los jugadores trasladan a los líderes tribales de una aldea a otra, no deben debilitarse demasiado o se arriesgan a perder a los líderes en favor de las tribus contrarias. El objetivo final del juego es tener el mayor número de líderes en el tablero al final de la partida. Es un juego abstracto con muchas opciones y tenso hasta el final.
Temáticamente, los jugadores van sumando maestros y alumnos, e intentan que los alumnos emigren a los pueblos cercanos para convertirse en maestros. Funcionalmente, es un juego esencialmente militar. Los jugadores pasan su turno reforzando una aldea (añadiendo más fichas allí) o invadiendo una aldea vecina (ampliando la influencia si tienes más fichas totales que la víctima). El único giro es que, después de cada invasión, se elimina el puente de conexión. Así, a lo largo de la partida, las opciones de ataque son cada vez más limitadas, hasta que el juego llega naturalmente a su fin.